Imagen personal, profesional e imagen e identidad digital.
Lo fundamental es tener en cuenta dos aspectos: Imagen de la empresa-Imagen del trabajador.
Las empresas, de forma más o menos intencionada, dan una imagen a quien compra sus productos y a la sociedad. Muchas cuidan aspectos como la imagen de marca, o la imagen social corporativa, por eso hacen publicidad, patrocinan actividades positivas (premios infantiles, medioambientales, deportivos, becas, etc.).
Sin embargo, saben que la imagen de la marca y del producto o servicio no la da solo el anuncio, ni siquiera el comercial que lo vende, también el repartidor o el operario de la cadena de producción, es decir, todos los trabajadores y trabajadoras están implicados en dar imagen
positiva de la empresa, llegándose incluso a emplearse a la plantilla en la publicidad del producto. (Balay, Central Lechera Asturiana, Dhul, Nestlé...)
Además, las empresas muchas veces tienen valores o una filosofía propia de cómo deben hacerse las cosas; pueden ser muy conservadoras, muy innovadoras, tradicionales, nacionalistas, ecológicas, sexistas, igualitarias, exclusivas, etc.
En definitiva, si queremos trabajar en determinadas empresas, debemos si no adaptar nuestra imagen personal y profesional, al menos transmitir que es compatible con la imagen que la empresa o el empresariado quieren dar o coincide con sus valores. ¿Cómo podemos hacerlo? Te planteamos unas breves recomendaciones respecto a la imagen personal y profesional.
Conocer la filosofía de empresa, sus valores y si es PYME, la de sus propietarios o dirección. Una vez conocida, debemos valorar si queremos o podemos adaptarnos, si es compatible con nuestra identidad.
Cuidar nuestra imagen y presencia, especialmente: