La situación del desempleado y la persona desempleada.
La persona sin empleo está "parada", sin nada que hacer, según dice la propia palabra y la percepción social. En realidad, muchas personas sin empleo tienen numerosos trabajos, responsabilidades y obligaciones no retribuidas, sin salario, en el ámbito doméstico, de cuidados, gestiones... A todo esto hay que sumar el estrés de la propia búsqueda de empleo, la presión (y autopresión) por prepararse y encontrar empleo, la percepción de que nunca se hace lo suficiente...
Pensamos que la persona desempleada sigue siendo persona, y sigue siendo trabajadora, que su tiempo "invisible" dedicado a labores no retribuidas, desde el cuidado infantil, a mayores, dependientes, voluntariados... sostiene en gran parte nuestra sociedad. Por ello, mantiene intacto su derecho a su ocio y descanso, y debemos "limitar" las tareas de búsqueda de empleo.
No somos partidarios de ampliar "las obligaciones" del buscador de empleo, no partimos de la premisa de que tiene tiempo para todo y nada que hacer, porque además:
o Sabemos que la motivación (en menor medida la autoestima) son muy cambiantes.
o La autoestima es un concepto muy complejo, muy difícil de cambiar, que requiere de intervenciones muy largas en el tiempo.
o La mejor manera de abordar la mejora de la autoestima es en intervenciones grupales, y no siempre es posible encontrar un grupo de personas con necesidades similares.
o Es muy difícil e impreciso afirmar cuantas horas (o meses) se necesitan para mejorar la autoestima, pero muy fácil comprender que si se logran objetivos personales (por ejemplo ligados al área profesional), la autoestima mejora.
En definitiva, pensamos que es mejor dedicar el tiempo a lograr objetivos profesionales para mejorar la autoestima, que dedicar el tiempo a mejorar la autoestima para luego dedicar el tiempo a buscar empleo. Si se siente preparada activa, obtiene títulos o permisos, cada vez se siente más cerca, y no digamos si accede a un empleo, la persona desempleada mejora sus condiciones de vida, y los factores personales que puedan suponer un problema, como la motivación o la autoestima mejoran. Por eso pensamos que la mejor forma de mejorar la autoestima de quien busca empleo es buscándolo de forma organizada y coherente, sin pausa y sin prisas.